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04-10-2018
La educación es el pilar fundamental de las sociedades y las comunidades. Y la piedra angular sobre la que se sustenta el desarrollo de las personas. La Declaración Universal de Derechos Humanos, cuyo 70 aniversario se cumple este año, reconoce a la educación como un derecho fundamental clave y consagra el derecho a la educación gratuita y obligatoria, mediante un acceso inclusivo y equitativo para todos los niños y niñas.
De acuerdo con la Agenda 2030 y el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4, la escolarización en educación primaria en los países en desarrollo supera ya el 91%. Sin embargo, 264 millones de niños y jóvenes no acuden aun a la escuela, según cifras de la UNESCO; buena parte de ellos vive en el África Subsahariana.
A medida que aumenta el número de alumnos y alumnas en las aulas de primaria, la cantidad de docentes que se requiere crece igualmente. Ese “déficit de docentes” es más pronunciado entre las poblaciones vulnerables: niñas, personas con capacidades diferentes, personas refugiadas y migrantes o población que vive en zonas rurales o alejadas de los grandes núcleos urbanos.
The International Teachers Task Force for Education de UNESCO señala que para lograr la educación primaria universal de aquí a 2030 es necesario incorporar a 69 millones de nuevos profesores y profesoras. La clave, además, es fortalecer un modelo educativo equitativo, inclusivo y de calidad. No basta con sumar nuevos profesionales de la docencia: éstos deben estar bien cualificados, motivados y plenamente comprometidos con este modelo educativo de calidad.
39.000 docentes graduados desde 1993
La formación de maestros y maestras de primaria -a través de las Escuelas de Profesores del Futuro (EPF)-, la formación profesional para jóvenes y la educación de niños y niñas vulnerables son los ejes del trabajo de la Fundación y sus socios locales en el ámbito de la educación, siempre bajo el paraguas de Humana People to People.
Desde 1993, 39.000 personas se han graduado como docentes de primaria gracias a la labor de las EPF. En estos momentos Humana apoya 53 centros de este tipo en seis países africanos y en India. En total, hay involucrados 11.600 futuros profesores. Las EPF están reconocidas por los ministerios de educación nacionales y tienen en cuenta en su programa pedagógico las líneas básicas de cada uno de ellos.
El docente como palanca de desarrollo
Uno de los objetivos esenciales es que los maestros se conviertan en palancas de desarrollo de sus comunidades, más allá de su labor docente. Al convertirse en referentes de las áreas rurales en las que desempeñan su labor, ésta es más efectiva, involucrando al mismo tiempo a padres y familiares de sus estudiantes, haciéndoles partícipes de la importante que es acudir a la escuela para estudiar.
Adelina Sambu, graduada como profesora en la escuela de Cacheu, en Guinea-Bissau, nos cuenta su experiencia en este sentido:
“Siendo alumna de la EPF me di cuenta que como profesora debía trabajar dentro y fuera de las aulas. Cuando comencé a impartir clase en Canhobe, advertí las dificultades que las personas de la aldea tenían para lograr alimentos suficientes y variados para contar con una dieta más saludable. Durante mi estancia en Cacheu, aprendimos sobre producción de alimentos, productos locales y agricultura. Por ello, propuse en Canhobe poner en marcha una huerta escolar y una asociación de mujeres agricultoras. Además, comenzamos a impulsar acciones de sensibilización sobre la importancia de llevar una dieta variada, aprovechando los productos locales y las ventajas de la agricultura sostenible.
Los responsables de la escuela apoyaron todas mis ideas en este sentido. Con ello, y la colaboración de los propios alumnos, logramos poner en marcha el huerto escolar, que pronto se convirtió en huerto comunitario, gracias al que los vecinos de la tabanca disfrutan de una dieta más sana y variada”.
05.10 Día Internacional del Docente
El tema de este año es “El derecho a la educación implica el derecho a docentes cualificados”.