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12-01-2023
Los contenedores para la recogida selectiva de residuos son habituales en las calles de las ciudades y municipios de la provincia de Yunnan, en China. Ahora, bien, no lo son tanto en los centros educativos, a pesar de que son grandes generadores de material desechado, dado que las comunidades escolares están formadas por decenas de miles de personas, entre estudiantes, profesorado, personal de apoyo, etc. Además, los centros escolares no suelen contar un programa de gestión de residuos.
Por ello el equipo del Proyecto Piloto de Escuelas Bajas en Carbono EU-Humana Yunnan ha puesto en marcha un programa piloto que consiste en la colocación de contenedores para las diferentes fracciones -papel, vidrio, envases...- en las escuelas infantiles de Kunming. La Fundación Pueblo para Pueblo desarrolla este proyecto en China desde 2020, con la financiación de la Unión Europea y la colaboración de un destacado grupo de organizaciones locales.
Establecimiento de buenos hábitos entre los más pequeños
La mejor etapa para desarrollar buenos hábitos es entre los 3 y los 6 años. Por ello, el equipo del proyecto está trabajando con las escuelas para que, a su vez, incidan en los niños y niñas sobre la importancia de reutilizar y reciclar. Además, los contenedores están ubicados en lugares bien visibles también para los padres y madres. Con ello se pretende generar una conciencia común sobre la necesidad de dar una segunda vida a los objetos y reducir la huella de carbono, para contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Enseguida los niños y niñas han empezado a colocar el papel usado, los bricks de leche y otros desechos en el contenedor apropiado. Además, con la ayuda de sus padres y madres están trayendo al colegio objetos en desuso para evitar que se conviertan en un residuo. Este espíritu colaborativo está permitiendo generar campus educativos verdes, más concienciados con el calentamiento global y sobre cómo podemos individualmente y como parte de la comunidad contribuir a reducir las emisiones.
Es, al mismo tiempo, toda una llamada a la acción que parte desde las escuelas infantiles y desde la comunidad escolar más joven.
¡Adelante con la segunda vida de los objetos y con su reciclaje!