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13-11-2015
La venta de prendas secondhand tiene un efecto positivo en la prevención de residuos y, por tanto, en el medio ambiente.
Hace siete años entró en vigor la Directiva 2008/98/CE (también llamada Directiva Marco de Residuos o DMR) que ha provocado una completa revisión en el panorama de la gestión de residuos, estableciendo nuevos objetivos y criterios de obligada aplicación en los países de la Unión Europea. Uno de los principales establece una “escalera” con cinco niveles para lograr una sociedad más sostenible: la jerarquía de residuos. La actividad de Humana encaja en la filosofía que de ella se desprende, desde la sensibilización para promover un consumo responsable de la ropa hasta el destino final de las prendas que han sido recogidas y clasificadas.
El textil usado es técnicamente un residuo, pero para la Fundación se convierte en un recurso valioso porque prolongar la vida de las prendas es beneficioso para el medio ambiente y también permite obtener recursos para destinarlos a iniciativas sociales. En este sentido, las administraciones coinciden en señalar que las tiendas de segunda mano y los mercados de intercambio son efectivos para la prevención de residuos, ya que la cantidad de artículos que son reutilizados es cada vez mayor.
El textil, de residuo a recurso
Frente a la tendencia de producir sin preocuparse por el impacto ambiental, consumir sin freno con el fast fashion como emblema y enviar al vertedero lo que ya no utilizamos, la legislación apuesta por el uso eficiente de los recursos naturales y por la gestión de los residuos, empezando por su prevención, como pilares de la sociedad del reciclado. Con esta visión, Bruselas aprobó en 2008 la Directiva Marco de Residuos que establece, entre otros principios, el de la jerarquía de residuos.
La normativa europea, y también la española, fortalecen la condición del residuo como recurso. Y es que además de minimizar los impactos negativos sobre el medio ambiente y la salud de las personas, este proceso busca valorizar lo que antes era inservible en recursos que se puedan reintroducir en la sociedad y en la economía circular, contribuyendo a una sociedad económica y socialmente sostenible.
Humana aplaude que en los primeros peldaños de la jerarquía aparezcan la prevención y la preparación para la reutilización, precisamente porque constituyen nuestra actividad principal. Presente en unos 800 municipios, anualmente recogemos 18.000 toneladas lo que nos convierte en el principal gestor de textiles usados en España. Más de dos millones de donantes depositan su ropa usada en los 5.000 contenedores de Humana o la entregan en alguna de las 36 tiendas de segunda mano de la Fundación. El 70% del textil recuperado se prepara para ser reutilizado y las tres plantas de clasificación obtienen un 90% de aprovechamiento.
En los últimos años ha aumentado significativamente la oferta de venta de ropa secondhand en las grandes y medianas ciudades. En 2014, por ejemplo, las tiendas Humana superaron por primera vez el techo del millón de clientes. Son consumidores que optan por la moda sostenible y lo hacen por diferentes motivos: por cuestiones medioambientales, por los precios asequibles, por el auge de la tendencia vintage o por la conciencia social ya que los recursos generados se destinan a proyectos de cooperación y apoyo local.