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03-10-2014
La falta de profesores cualificados es el mayor desafío al que actualmente se enfrentan los sistemas educativos de los países en desarrollo. Según datos de la UNESCO, en 2015 serán necesarios 1,7 millones más de docentes para alcanzar la educación primaria universal. La escasez de profesores bien capacitados y motivados es fuente de especial preocupación en África, en particular en el África subsahariana, donde hacen falta 902.000 maestros adicionales para cumplir ese objetivo. Según los expertos, los programas actuales de formación de educadores no han generado un cuerpo docente dotado de las competencias necesarias para realizar una labor pedagógica eficaz. En muchos casos, se sacrifican la calidad y la equidad con el objetivo de aumentar la escolarización.
Es evidente, por tanto, la necesidad de seguir trabajando en la formación de maestros y maestras, no ya como elementos clave de la educación de los niños y niñas, sino como palancas de desarrollo de las comunidades más desfavorecidas de los países del Sur.
5 de octubre, World Teachers' Day
Este domingo 5 de octubre se celebra en todo el mundo el World Teachers' Day, bajo el lema ‘Invertir en el futuro, invertir en maestros’. Más allá del extenso calendario de eventos previstos, esta jornada debe servir, por un lado, para insistir en la importancia de la formación de los docentes en la educación y, por otro, para reivindicar su papel como motores de progreso.
Humana People to People impulsa en la actualidad la formación de docentes a través de 50 Escuelas de Profesores del Futuro distribuidas en siete países. Anualmente 3.000 profesores y profesoras se gradúan en estas escuelas. El 80% decide ejercer en zonas rurales, ayudando a mejorar la calidad de la educación en zonas muchas veces olvidadas por los sistemas educativos nacionales. Además, las escuelas impulsan el empoderamiento femenino.
Ellas son la clave
A principios de este año tuvo lugar la graduación del primer grupo de alumnos del centro de formación de profesores de Humana en Mbankana, en la República Democrática del Congo. Un total de 30 jóvenes recién titulados ya están listos para comenzar a enseñar en las escuelas primarias rurales, respondiendo así a las necesidades de varios pueblos de la zona, que reclaman profesionales bien capacitados.
Una de estas graduadas es Noelly Nyambita Mbele. Espera ser un modelo a seguir para otras niñas en su país. Su paso por la escuela ha afianzado su pasión por la educación y por el papel de las mujeres en la sociedad. "Mi papel no es sólo llevar la casa y cocinar para mi familia; también es contribuir activamente al desarrollo de mi comunidad y ayudar a resolver los principales problemas a los que nos enfrentamos”.
La seguridad que demuestra Noelly es fruto, en buena medida, de su paso por la escuela. Ella misma cuenta que al empezar su formación, advirtió que las chicas casi nunca respondían a las preguntas que surgían durante las clases y no participaban en los debates. Habló con sus compañeras y, con el apoyo de sus profesores, decidieron contribuir más en las clases y apoyarse mutuamente.
Pero no fue fácil, porque se encontraron con el rechazo de algunos compañeros varones. Muchos de ellos las acusaban de ‘creerse que son hombres’ y se negaron a llevar a cabo las tareas "femeninas", como la recogida de leña. A pesar de ello, el trabajo llevado a cabo tanto por los alumnos como las alumnas ha permitido que ahora todos sean más conscientes de la importancia de la incorporación de la perspectiva de género en la educación y el desarrollo comunitario. Noelly y sus compañeros y compañeras están ya preparados para traer un cambio positivo en las comunidades en las que enseñan.
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