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09-01-2019
La mayor parte de las comunidades más pobres de Belice se concentra en las zonas rurales, tal y como sucede en la inmensa mayoría de los países en desarrollo. En estas comunidades, la agricultura a pequeña escala es la actividad principal para generar ingresos para las familias y la mayor fuente de ocupación en distritos como Toledo y Stann Creek, en los que casi la mitad del empleo corresponde a labores agrícolas.
El 93% de los trabajadores son hombres y el resto, mujeres. Además, ellas cuentan con el hándicap de que habitualmente ven subestimada su verdadera participación en el trabajo en el campo, y se tiende a pensar que son simplemente un apoyo, cuando en realidad desempeñan un papel esencial.
En este marco, las consecuencias del cambio climático son una de las principales amenazas a las que estas comunidades hacen frente, puesto que su impacto en la agricultura es elevado. Y más que lo será en los próximos años si no se toman medidas urgentes. La mayor parte de los cultivos se concentra en las tierras bajas y en las cercanías de la costa, donde el suelo reúne mejores condiciones para la agricultura. Por ello, el aumento del nivel del mar, el incremento de fenómenos como los huracanes o los cambios en las mareas a causa de las fuertes tormentas perjudican a estos cultivos.
Al mismo tiempo, la disminución de las precipitaciones y la variabilidad de las mismas también afectan las cosechas de caña de azúcar, arroz, bananas, cítricos, maíz y frijoles, los productos principales de la zona. El estrés hídrico, el alza de las temperaturas y una menor resistencia a plagas y enfermedades están modificando los períodos de crecimiento de los cultivos.
Proyecto de Humana People to People Belize y la Embajada de Suiza en México
En este marco, Humana People to People Belize, socio local de la Fundación, ha desarrollo un proyecto de mejora del almacenamiento de productos agrícolas en cuatro comunidades de Stann Creek, con el objetivo principal de reducir las pérdidas poscosecha y, con ello, contribuir a la seguridad alimentaria y a reducir la pobreza, partiendo del modelo de desarrollo comunitario, Child Aid. El proyecto ha contado con el apoyo de la Embajada de Suiza en México y ha tomado como base una acción similar llevada a cabo con el respaldo del Banco de Desarrollo del Caribe (Caribank).
El proyecto incluyó la selección de 40 pequeñas agricultoras, que se organizaron en clubes de entre 8 y 15 miembros. A través de ellos recibieron capacitación sobre temas como producción agrícola, nutrición, saneamiento, higiene y condiciones sanitarias. Además, se instalaron pequeños silos para el almacenamiento de las cosechas, tras dotar a los miembros de los clubs de los conocimientos adecuados para su puesta en marcha y posterior mantenimiento.
Hasta la instalación de estos silos con el apoyo de Humana People to People Belize, principalmente para maíz y frijoles, la comunidad se veía obligada a vender en el mercado todos sus excedentes, al no tener la capacidad de almacenarlos. Ello suponía un aumento de la oferta y, como consecuencia, una caída de los precios. Cuando la comunidad acudía tiempo después al mercado en busca de esos mismos productos, provocaba un incremento de la demanda y, con ello, del precio. Buena parte de las familias no contaba con los recursos económicos suficientes para afrontar este alza de los precios, reduciendo su capacidad de adquirir alimentos. Los silos mantienen los productos agrícolas a salvo de humedades e insectos, la principal causa de pérdida de cosechas. Con ello, las reservas para las familias están aseguradas.