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30-07-2022
Desde su nacimiento, el 30 de julio de 1987, Humana es, por encima de todo, la suma del esfuerzo de un equipo que trabaja día a día en favor de la protección del medio ambiente y de la mejora de las condiciones de vida de otras personas.
El origen y los objetivos
Partiendo de la lucha contra el Apartheid y del conocimiento de la realidad del África Subsahariana adquirido con sus viajes por diferentes países de la zona, un colectivo de personas con un deseo común sienta las bases de lo que hoy son las diferentes organizaciones que forman parte de Humana People to People.
En 1977 se crea en Dinamarca UFF, la primera de esas organizaciones. Durante los diez años siguientes, nacen las Humana de Noruega, Suecia (ambas en 1979), Zimbabwe (1980), Guinea-Bissau (1981), Mozambique (1982), Zambia (1985), Austria, Angola (ambas en 1986) y Finlandia (1987). El 30 de julio de ese mismo año la Asociación Humana nace mediante su inscripción oficial en el registro de Barcelona.
En septiembre de 1987 se colocan los primeros contenedores en la calle, se alquila un espacio para clasificar la ropa y en octubre abre la primera tienda: es en Santa Coloma de Gramenet, cerca de Barcelona. Durante los primeros diez años los contenedores son de madera. Hoy, la recogida se lleva a cabo con contenedores metálicos de última generación que garantizan altos de niveles de usabilidad y seguridad, al tiempo que se emplean desde software específicos de gestión para la recogida a sensores volumétricos en determinados contenedores.
Pioneros en la recogida selectiva de residuos
Podemos afirmar sin duda alguna que la ropa es la fracción que inaugura el sistema de recogida selectiva de residuos sólidos urbanos, tras el vidrio. La respuesta de la sociedad ante la propuesta de Humana –dar una segunda vida a la ropa con un fin social- es, desde el principio, muy buena. Hay que tener en cuenta que en España existía una larga tradición de prolongar la vida a las prendas: las personas estaban acostumbradas a donarla a familiares o a amigos, por lo que la aparición de los primeros contenedores dedicados a la recogida selectiva de textil constituye una nueva vía para promover la reutilización, con el valor añadido de tener un fin social.
En 2002 comienza la transformación de la Asociación Humana en la actual Fundación Pueblo para Pueblo, en un proceso que culmina en 2010. La figura jurídica de Fundación encaja mejor con la naturaleza de la organización ya que, por ejemplo, potencia la protección del medio ambiente entre sus fines.
Siendo fieles desde 1987 a nuestra misión hemos crecido año a año, sabiendo que siempre queda margen para seguir mejorando. Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que la organización ha alcanzado su madurez como Fundación, avalada por unos sólidos valores y un elevado nivel de profesionalización y compromiso con la sociedad, consolidándose como actor relevante de la economía social. Todo lo aprendido y la experiencia acumulada durante la pandemia han reforzado además las estructuras de la entidad, saliendo fortalecida en aspectos organizativos y financieros.
365.175 toneladas de ropa usada recogida que suponen 2,22 millones de toneladas de CO2 dejados de emitir a la atmósfera.
34 millones de euros destinados a proyectos de cooperación internacional al desarrollo, de apoyo local, agricultura social y sensibilización.
Más de 3 millones de personas involucradas en estos proyectos.