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17-05-2021
La compra de prendas usadas en las tiendas secondhand de Humana ha aumentado un 38% por punto de venta en los últimos años. En paralelo, el número de clientes se ha incrementado en un 20%. Esta tendencia confirma que el auge de la segunda mano es una realidad imparable, no en vano impulsa un modelo de consumo responsable, favorece la prevención de residuos y la sostenibilidad del sector textil.
En el Día Mundial del Reciclaje, que se celebra hoy lunes 17 de mayo, Humana recuerda que comprar moda secondhand evita el consumo anual de millones de prendas nuevas. Según un informe de la Fundación, seis de cada diez usuarios reconocen que, al comprar una prenda en los establecimientos de la entidad, no necesitan adquirirla en otro punto de venta convencional. “Este índice de reemplazo confirma el valor ambiental de la reutilización, porque no hay prenda más sostenible que la ya fabricada”, asegura Elisabeth Molnar, directora general de la Fundación.
Humana cuenta con 45 tiendas distribuidas en cuatro ciudades: Madrid (23), Barcelona (20), Sevilla (1) y Granada (1), que venden prendas de segunda mano, escogidas tras un proceso de selección en las instalaciones de Leganés (Comunidad de Madrid) y l’Ametlla del Vallès (Barcelona).
Las cifras de los últimos cinco años
La tendencia al alza de la moda de segunda mano es evidente en los últimos años. En 2015, Humana disponía de 40 tiendas que vendieron 2,8 millones de prendas; en 2019, el número de artículos adquiridos ascendió a 5,2 millones en 53 establecimientos. Este fenómeno se ha visto acompañado por el incremento del número de clientes atraídos por la ropa reutilizada: 1,2 millones de clientes hace seis años por 1,9 millones antes de la pandemia.
“Es evidente que hemos abierto más tiendas y también lo es que la oferta secondhand convence cada vez a más personas. El resultado es que, desde 2015, ha subido un 20% el número de clientes y un 38% el de prendas vendidas, por punto de venta”, indica Elisabeth Molnar.
En 2020, la red de tiendas Humana se cerró durante más de dos meses; la pandemia afectó al sector de la gestión de residuos y la venta de moda secondhand, como al resto de actividades económicas. Pese a todo, el año pasado la oferta de segunda mano sedujo a 1,4 millones de clientes que compraron 4,2 millones de prendas.
“El modelo actual de consumo en el ámbito de la moda no es sostenible”, afirma la directora general de la entidad, “es necesaria una producción más racional acorde con un consumo más responsable. El consumidor acumula un gran poder y una enorme capacidad de mejorar el sistema con sus decisiones: qué compra, por qué lo hace, qué impacto ambiental y social provoca”. Y añade: “Los modelos verdes y circulares, que generan un impacto social positivo, son los verdaderamente útiles e imprescindibles en este escenario. Sin duda, ahí incide la reutilización. El artículo más sostenible es el ya fabricado”.
El consumo de segunda mano se dispara
Un estudio realizado por ThredUp, empresa estadounidense dedicada a la venta online de ropa secondhand, pronostica que este mercado crecerá casi dos veces más rápido que el segmento del fast fashion a finales de esta década. Indica que, si bien la pandemia del coronavirus ha perjudicado las ventas de ropa, la segunda mano se ha disparado: el año pasado creció 25 veces más rápido que el sector minorista en general y se estima que las ventas online de segunda mano aumentarán a lo largo de este año en un 69%.
El informe concluye que el 79% de los consumidores planea reducir su presupuesto de compra de ropa en los próximos 12 meses, y que cuatro de cada cinco personas son receptivas a comprar artículos de segunda mano cuando tienen menos dinero para gastar.