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04-06-2018
El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, impulsado por Naciones Unidas para reflexionar y actuar con responsabilidad en la conservación y la mejora de nuestro entorno. El 5 de junio de 1972 comenzó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, celebrada en Estocolmo, de la que surgió el Programa de la ONU por el Medio Ambiente (PNUMA).
Desde la propia organización se apela a la conciencia y al activismo de los ciudadanos: este año, por ejemplo, uno de los lemas utilizados es “Rechaza lo que no puedes reutilizar”. El espíritu de este lema encaja perfectamente con los fines de la Fundación: promover la reutilización como mecanismo de protección del medio ambiente. En este marco, la sensibilización es primordial, para lograr una ciudadanía comprometida con la defensa de nuestro entorno.
Tejidos Educativos, aprender y concienciar jugando
En ese marco encontramos nuestro Programa de Sensibilización con el que potenciamos la importancia de dar una segunda vida a la ropa para proteger el medio ambiente e impulsar el desarrollo sostenible. El programa, llamado Tejidos Educativos, es un complemento a la labor de recogida de textil usado.
Una de las actividades más destacadas de Tejidos Educativos son los diferentes talleres que se organizan, gracias a los cuales los participantes juegan y aprenden más sobre conceptos como la reutilización y la sostenibilidad.
Estas son algunas de las actividades que hemos previsto con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente.
Beneficio ambiental de la reutilización
La reutilización de textil contribuye al ahorro de recursos, la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Ayuda a reducir el volumen de residuos en los depósitos controlados y en las plantas incineradoras, así como la emisión de gases de efecto invernadero. Cada kilo de ropa que se reutiliza y no es incinerado evita la emisión de 3,169 kg de CO2, según datos de la Comisión Europea.
La de la moda es una de las industrias de mayor impacto negativo sobre el medio ambiente (fabricar una camiseta requiere 2.500 litros de agua y producir unos pantalones vaqueros, 10.000 litros). Gracias a la reutilización, tratamos de poner freno a este derroche de recursos naturales y alargamos el ciclo de vida del producto, impulsando la economía circular.
Pese a su elevado porcentaje de valorización, sólo una de cada 10 prendas que ya no queremos tiene una segunda vida; al resto no se le da un tratamiento apropiado lo que hace imposible su reaprovechamiento. De ahí la importancia de concienciar a la ciudadanía de la necesidad de llevar a cabo una gestión sostenible de los residuos textiles y promover un modelo de consumo más consciente: “Rechaza lo que no puedas reutilizar”.