Dar a cada niño y niña una oportunidad

23-10-2013

Desde su nacimiento, Humana Fundación Pueblo para Pueblo y Humana People to People han centrado gran parte de su trabajo en la mejora de las condiciones de vida de niños y niñas de los países en vías de desarrollo. 

En 1990, UNICEF reclamó un esfuerzo por parte de la sociedad para salvar a los más pequeños de las muertes evitables y con la voluntad de movilizar todos los recursos posibles para hacerlo. Humana respondió a esta llamada mediante el establecimiento de 50 proyectos de Ayuda a la Infancia, cuyo objetivo fundamental era cuidar de los más pequeños.

En la actualidad Humana sigue trabajando en la misma línea a través de Child Aid con el fin de mejorar las condiciones de vida de los niños y crear oportunidades para que puedan desarrollar todo su potencial. Para superar la pobreza, Humana ayuda a las familias a través de acciones para la generación de ingresos y de actividades de salud e higiene que benefician no sólo a los niños y niñas sino a toda la comunidad.

Los proyectos de Ayuda a la Infancia también incluyen campañas para asegurar que todos los niños asisten a la escuela, promueven actividades de alfabetización entre las mujeres y organizan programas fuera del horario escolar para ayudar a los menores en sus estudios.

"Estos proyectos se basan en los propios niños como una fuerza de desarrollo. Participan, contribuyen y hacen su parte. Con ello, se involucran en su propio desarrollo aquí y ahora, y adoptan un papel clave como futuros motores de la comunidad ", explican los responsables de los programas de Ayuda a la Infancia de Humana.

UNICEF: queda mucho por hacer
Todos estos esfuerzos conjuntos están dirigidos a acelerar los progresos en las tasas de supervivencia infantil. Gobiernos, ciudadanos y el resto de la sociedad civil han prometido su apoyo para el objetivo común de dar hasta el último niño y niña del Planeta el mejor comienzo posible para su vida. 

El Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, comenta al respecto: " Sí, deberíamos celebrar los avances logrados. Pero, ¿cómo podemos hacerlo cuando hay mucho más que hacer antes de llegar a la meta? Podemos acelerar el progreso y sabemos cómo, pero tenemos que actuar con un renovado sentido de urgencia".

Desde 1990, las tasas de mortalidad infantil en todo el mundo se han reducido a la mitad, según un informe reciente de UNICEF, al pasar de 12,6 millones de muertes al año a 6,6 millones en 2012. En algunos de los países más pobres del mundo se han logrado los mayores avances en la supervivencia infantil desde esa fecha. Siete de los países con más alta mortalidad y más bajos ingresos (Bangladesh, Etiopía, Liberia, Malawi, Nepal, Timor Oriental y Tanzania) han reducido sus tasas de mortalidad de menores de cinco años en dos terceras partes o más en los últimos 22 años.

Es una buena noticia. No obstante, el informe de UNICEF destaca el alarmante precio de la inacción: si la comunidad internacional no toma medidas inmediatas para acelerar el progreso, hasta 35 millones de niños podrían morir entre 2015 y 2028 por causas evitables en su mayoría.

La neumonía, la diarrea y la malaria siguen siendo las principales causas de muerte infantil en el mundo, cobrándose la vida de alrededor de 6.000 niños y niñas menores de cinco años cada día. La desnutrición es la causa de casi la mitad de los fallecimientos de los menores de cinco años. 

"Revertir estas tendencias devastadoras requiere una acción inmediata en múltiples frentes, como se indica en los Objetivos de Desarrollo del Milenio ", afirma el informe de UNICEF.

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