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04-09-2014
Li Xiaomei, en Zhenkang, en la provincia de Yunnan, al suroeste de China, llevaba años luchando para salvar sus cultivos de maíz. "Las cosechas se perdían debido a la falta de agua", explica. Cada año, durante la estación seca, "observaba como los cultivos luchaban por sobrevivir, pero la cantidad de agua que necesitaban crecía más y más”. Sin solución alguna a la vista, los campos se quedaron a merced de los elementos y de la cantidad de lluvia que cayera.
La provincia china de Yunnan es una de las más afectadas por las consecuencias del cambio climático. En los últimos cinco años, en algunas áreas se han batido récords históricos de sequías prolongadas. Se ha registrado, además, un aumento del número de inundaciones y de deslizamientos de tierra, y ha sido golpeada por varios terremotos. Zhenkang recibe abundantes lluvias durante la estación de los monzones hasta junio y julio; sin embargo los inviernos cada vez más secos provocan que cada año las cosechas sean más escasas.
1.000 pequeños embalses de hormigón
La falta de agua era un problema que afectaba a la gran mayoría de los agricultores de la zona. Por ello, Li y el resto de personas del Farmers’ Club puesto en marcha por Humana comenzaron una lluvia de ideas para afrontar este problema. Después de numerosas reuniones, se propuso una idea simple y barata para almacenar a largo plazo el agua: construir 1.000 pequeños embalses de hormigón.
Gracias a un sencillo dispositivo para capturar y dirigir el abundante agua de lluvia, estas piscinas son capaces de almacenar entre 2.000 y 3.000 litros cada una; durante la temporada del monzón se llenan con facilidad. Por otra parte, el riego con agua de lluvia permite conservar las fuentes de agua potable de las aldeas, lo que significa que la agricultura ya no compite con la comunidad por este recurso esencial.
Más de 600 familias pueden ahora regar sus cultivos durante todo el año. Además, ya no es necesario utilizar baldes para llevar agua a los cultivos desde los pozos cercanos, lo que supone un ahorro de hasta 10 días de trabajo cada año.
Duplicar las cosechas de maíz
Las piscinas fueron terminadas a tiempo para la temporada de lluvias del año pasado. A finales de julio, estaban completamente llenas. Las ventajas de contar con agua suficiente durante todo el año son evidentes. De hecho el rendimiento de los campos de maíz de Li casi se ha duplicado, pasando de 200 kg a 350 kg en su última cosecha.
"Al escuchar la idea de las piscinas no podía creer lo que oía. Era es un sueño que se había hecho realidad", comenta Li, que añade que "ahora puedo regar siempre que lo necesito lo que ha provocado que este año el rendimiento de los campos haya mejorado, por lo que tengo suficiente maíz para alimentar a mis animales".
World Water Week
Ejemplos como el de Li ponen de manifiesto la importancia del agua en el desarrollo de las comunidades más desfavorecidas. Durante esta semana se celebra en Estocolmo la World Water Week, organizada por el Stockholm International Water Institute (SIWI). Desde 1991 se ha consolidado como el foro más importante en el que se abordan los desafíos del agua y el desarrollo. Se trata de una plataforma formada por más de 200 organizaciones.
Humana Day 2014, Our Climate, Our Challenge
Por otro lado el cambio climático vuelve a ser este año el tema del Humana Day, que tiene lugar a finales de este mes de septiembre. Este evento anual ofrece a nuestros colaboradores, donantes de textil y clientes de tiendas la oportunidad de conocer más sobre el trabajo de Humana en torno a las consecuencias del cambio climático y sobre cómo podemos juntos afrontar los desafíos globales que nos plantea la protección del medio ambiente y las variaciones del clima.
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