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22-11-2019
La industria de la moda es una de las más contaminantes del Planeta: se calcula que es responsable del 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Las causas son el alto grado de consumo de recursos y materias primas que requiere para atender la creciente producción de prendas (traducida en una demanda igualmente en expansión) y un elevado nivel de generación de residuos, pre y post consumo. Se calcula que ese 8% se disparará al 49% en una década si persiste el ritmo de producción, distribución y consumo actuales.
El informe "Textiles en la economía circular de Europa" elaborado por la Agencia Europea del Medio Ambiente analiza el impacto ambiental y climático del consumo de productos textiles en la Unión Europea (UE). Dicho documento afirma que la producción y consumo de ropa, calzado y textil para el hogar que se vendió en los países miembros en 2017 requirió aproximadamente 1,3 toneladas de materias primas y 104 m3 de agua por persona; el 85% de estos materiales y el 92% del agua se utilizaron en otras regiones del mundo, principalmente en Asia. “Se necesita un cambio a gran escala hacia la economía circular en la producción y consumo de textiles para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de recursos y la presión que ejerce sobre la naturaleza”, indica el estudio.
El informe también muestra que la producción textil en Europa es equivalente a la emisión de 654 kg de CO2 por habitante, de forma que es la quinta fuente de emisiones de CO2 relacionadas con el consumo privado. Alrededor del 75% de estas emisiones tuvieron lugar fuera de la UE.
Reutilizar el textil para disminuir las emisiones de CO2
En el hemisferio Norte, Humana ayuda a disminuir las emisiones a través de una gestión sostenible del textil y el impulso de la reutilización, alargando el ciclo de vida de la ropa, lo que contribuye al ahorro de recursos, la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
La gestión del textil usado permite reducir el número de residuos que acaban en depósitos controlados y en plantas incineradoras, por consiguiente, disminuye la emisión de gases de efecto invernadero. La Comisión Europea calcula que cada kilo de ropa que se reutiliza y no es incinerado o enterrado evita la generación de 3,169 kg de CO2.
Dado que Humana recuperó 17.427 toneladas en España en 2018, equivale al ahorro de 55.227 toneladas de CO2 a la atmósfera. O expresado de otra manera: es igual a la emisión anual de 20.743 coches (que circulen 15.000 km anuales) o a la absorción anual de dióxido de carbono de 414.144 árboles.
Impulso de la moda sostenible
No sólo evitamos emisiones de CO2 con la gestión del residuo textil, sino que la reutilización es el vehículo más eficaz para favorecer la moda sostenible y prolongar el ciclo de vida de las prendas. En 2018, más de 1,7 millones de personas compraron en alguna de las tiendas Humana de moda sostenible en España, un 16% más que el año anterior.
Adquirir ropa de segunda mano evita el consumo anual de millones de prendas nuevas en nuestro país, lo que se traduce en un ahorro importante de los recursos naturales que la industria de la moda requiere para satisfacer la demanda del fast fashion. Así lo refleja un Informe de Humana basado en una encuesta a 700 clientes de las tiendas de moda secondhand de Madrid y Barcelona, y que indica que 6 de cada 10 usuarios afirman que, al comprar una prenda en los establecimientos de la Fundación no necesitan adquirirla en otro punto de venta convencional.
Este índice de reemplazo confirma el valor ambiental de la reutilización. “La prenda más sostenible es la ya fabricada. Es un ejemplo perfecto de cómo alargar el ciclo de vida de la ropa y comprar conscientemente”, afirma la responsable de Marketing de la red de Tiendas Secondhand de Humana, María Martínez. Se calcula que una prenda fast fashion se usa una media de cinco veces y nos deshacemos de ella apenas 35 días después de comprarla.
2,7 millones de prendas nuevas dejadas de consumir en 2018
Los clientes de las tiendas Humana adquirieron el año pasado 4,7 millones de prendas. Ello implica que, como mínimo, la apuesta por la reutilización evitó en 2018 el consumo de 2,7 millones de artículos nuevos, teniendo en cuenta esa tasa de reemplazo del 60%. Es un ahorro relevante para el medio ambiente teniendo en cuenta que, por ejemplo, un pantalón tipo jeans requiere 3.781 litros de agua en el proceso de producción de algodón, fabricación, transporte y lavado, y genera una emisión de 33,4 kilos de CO2. A ello hay que añadir que al lavar nuestra ropa liberamos fibras de microplástico y otras sustancias que contaminan los océanos y el agua potable. Alrededor de 20% de la contaminación industrial de agua proviene del teñido y el tratamiento de textiles.
HUMANA EN LA COP25. MADRID- 2-13 DE DICIEMBRE
Tres especialistas en cambio climático, resiliencia y agricultura sostenible de Humana People to People están ya acreditados para participar en la Blue Zone de la COP25.
La Blue Zone corresponde al espacio administrado por la ONU en el que tendrán lugar las siguientes actividades:
GREEN ZONE
Conferencia a cargo de David Kerkhofs, Program Coordinator de Humana People to People