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21-09-2020
El programa Children’s Town que DAPP-Zambia -socio local de Humana- impulsa en Chibombo se ha reforzado durante los últimos meses, con el fin de adaptarse a la nueva realidad de la pandemia y seguir promoviendo la formación de los alumnos y alumnas que forman parte de la escuela.
Inmediatamente después del inicio de la pandemia por coronavirus, la escuela constituyó un equipo de trabajo formado por seis profesores. Su objetivo es liderar y gestionar todas las medidas preventivas en aras de tratar frenar cualquier foco de contagio dentro de la comunidad escolar.
Las medidas preventivas generales tomadas en primera instancia fueron las siguientes:
Además, se adoptaron diferentes medidas en el ámbito académico y en las condiciones de convivencia, teniendo en cuenta que la escuela reabrió para los exámenes de los grados séptimo y noveno:
Programa de formación a distancia
Antes de la suspensión temporal de las clases, los alumnos que abandonaron el centro se llevaron a casa suficiente trabajo programado para seguir estudiando. No obstante, las restricciones de movilidad fijadas por el gobierno impidieron que los profesores hicieran un seguimiento de los avances de los alumnos: la mayoría de las comunidades no tienen acceso a internet por lo que en todo caso los docentes tendrían que haberse desplazado a cada aldea para hacer un seguimiento personalizado. Algo que no fue posible.
A continuación, el centro puso en marcha el denominado DAPP Children’s Town Outreach Learning Programm, ideado para que los alumnos y alumnas que este año no tienen examen de grado continuaran con el programa educativo. Este Programa incluye a 397 alumnos desde prescolar a sexto grado, divididos en cuatro grandes grupos, cada uno de los cuales cuenta con su propio punto de encuentro. Geoffrey Ndiwa, uno de los responsables de Children’s Town, explica que ‘la idea del programa es tratar de mantener al día a los alumnos con el programa académico. Como no se nos permite enseñar de modo presencial, nuestra labor se centra es entregarles semanalmente tareas para llevar a cabo en casa, y luego traerlas de regreso para que las califiquemos’.
Las tareas vienen acompañadas de instrucciones y comentarios para su realización. Los estudiantes efectúan los ejercicios en grupos de tres. Este planteamiento colaborativo permite que los alumnos con dificultades cuenten con el apoyo de sus compañeros para seguir avanzando. Los propios padres y madres se han involucrado en la medida de sus posibilidades en el seguimiento de las tareas.
Nuevos métodos y soluciones formativas
El programa ha brindado a los docentes la experiencia de desarrollar varios métodos de enseñanza no incluidos en la capacitación práctica que recibieron antes de convertirse en maestros. En la etapa inicial de la pandemia fueron puerta por puerta sensibilizando a las familias sobre la COVID 19 e informando sobre el programa de educación a distancia. El apoyo que recibieron por parte de las comunidades fue abrumador.
“Enseñamos ahora en espacios abiertos. Al principio nos sentíamos algo incómodos, pero ahora, con la experiencia, parece algo natural. Nuestros colegas de otras escuelas solían decirnos: "¿Por qué un maestro debe seguir a un alumno hasta su comunidad?" Ahora entendemos mejor a nuestros propios estudiantes. Un ejemplo: hemos descubierto por qué algunos alumnos llegan tarde a la escuela; porque cada día recorren en bicicleta o andando grandes distancias desde su casa para llegar a Childrens Town ”, explica Ndiwa.
Con este método se ha logrado que cuando las escuelas vuelvan a funcionar de modo completamente normal los alumnos y alumnas estén al día con los programas de las diferentes asignaturas. Además, ha permitido mejorar la ya de por si buena relación entre la escuela, el profesorado y las comunidades.
Descarga el Boletín del Programa de Niños Vulnerables-Childrens Town Chibombo