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10-11-2017
Es insostenible seguir aplicando un modelo económico que agota los recursos naturales, de ahí la importancia de hacerlo por otro que contempla los residuos como recursos. Precisamente la gestión apropiada de los residuos, algo imprescindible para aplicar la economía circular, desempeña un papel fundamental el compromiso de administraciones y ciudadanía. Éstas son algunas de las conclusiones de la jornada técnica “Avanzando hacia la economía circular. Gestión sostenible de los residuos”, que se celebró ayer en el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo con una asistencia de 80 personas.
La relevancia de las ponencias y la activa participación del público asistente (representantes de administraciones, empresas y entidades) han contribuido al éxito de la cita, la primera que se celebra en Oviedo sobre economía circular y gestión sostenible de residuos.
Ponentes de excepción
Margarita Ruiz Sáiz-Aja, Subdirectora General Adjunta de Residuos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) centró su intervención en la Estrategia Española de Economía Circular, que está previsto que vea la luz a principios del próximo año. Ruiz Sáiz-Aja considera que no es un plan de residuos sino que requiere la implicación de otros sectores claves como economía, industria, turismo y sanidad. La economía circular crearía 170.000 puestos de trabajo directos en el sector de la gestión de residuos hasta 2035; se ahorrarían hasta 600.000 millones de euros, lo que presenta un 8% de la cifra de negocios de la UE; mejoraría la competitividad y la seguridad en el suministro de materias primas, y se reduciría en 500 millones de toneladas la cifra de gases de efecto invernadero (GEI).
Por su parte, María Elena Marañón, Directora General de Prevención y Control Ambiental del Principado de Asturias, indicó que “en Asturias no se ha desarrollado aún una estrategia concreta de economía circular pero sí se aplican diferentes acciones transversales que la impulsan”. En este sentido, está en revisión el Plan Estratégico de Residuos del Principado de Asturias (2017-2024), que cuenta con múltiples medidas tendentes a fomentar la prevención, reutilización, el reciclaje y la valorización material de residuos. En el Principado se recicla entre el 30% y el 35% de residuos urbanos. “Hay que potenciar la recogida selectiva. El residuo textil, por ejemplo, representa un 8% de la fracción resto. Debe disminuir esa cifra y aumentar la de la recogida selectiva".
Anabel Rodríguez, Directora Ejecutiva de la Fundación para la Economía Circular apuntó que “no olvidemos que el papel lo aguanta todo. Tenemos que actuar para que se apliquen las medidas y se produzca un cambio en la gestión de todos los flujos de residuos. Hay que cambiar el chip: hablamos de residuos pero en realidad son recursos”. Rodríguez animó a “introducir cambios en la forma de acometer las cosas y de pensar de todos los agentes económicos y sociales que intervienen en el proceso de producción de residuos”.
Ignacio Fernández del Páramo, Concejal de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Oviedo, aseguró que “se nos acaba el tiempo, hay limitación de recursos y no los gestionamos como deberíamos”. Fernández ha apelado a un consumo racional de los recursos y ha señalado la importancia de que las ciudades apuesten por otros modelos de consumo. “Desde las administraciones debemos ser los primeros en llegar al reciclaje completo, por ejemplaridad”, ha añadido.
El Gerente de COGERSA, Santiago Fernández, señaló que “el papel de la ciudanía es fundamental para la separación en origen de los residuos. Sin embargo, antes de exigir a los ciudadanos y de pasarle esa responsabilidad, hay que hacer otros pasos: deberíamos ser más exigentes con los organismos y las administraciones, para que sean ejemplares y en sus instalaciones se haga recogida selectiva y compras verdes, por ejemplo; exigir a las industrias que hagan una separación adecuada de residuos, y a los centros comerciales. Al ciudadano hay concienciarle y convencerle y, cuando se superen esos escalones previos, habrá que exigirle”.
Ricardo Rodríguez, Responsable de Recogida en Asturias, León y Navarra de Humana, comentó durante su intervención que “administraciones y gestores de residuos debemos ser transparentes en nuestros objetivos, procesos y resultados. Es entonces cuando el ciudadano entenderá perfectamente lo que hacemos y estará más dispuesto a comprometerse por la sostenibilidad”. Hay que convencer a la administración local de los beneficios de la gestión de residuos y desde luego hay que hacerlo mucho más allí donde hay negatividad hacia la recogida selectiva, según Rodríguez.
Javier Domínguez, Presidente SOGAMA, explicó que la entidad, que cumple su 25 aniversario este año, apuntó que en 2013, el residuo textil representaba el 8,3% de la fracción resto; tres años después, la cifra se ha reducido al 5,3%. “Es una evolución positiva gracias a Humana. Sin embargo, aún hablamos de 41.000 toneladas de textil que acaban en la fracción resto y, por lo tanto, no se pueden aprovechar. Aún tenemos trabajo por hacer para separar bien en origen, un trabajo conjunto entre Sogama, Humana y la sociedad”. Domínguez destacó las inversiones que van a llevar a cabo para potenciar la economía circular.
Por su parte, Gustavo Pampin, del Departamento de Promoción Nacional de Humana, recordó que el textil es el residuo con mayor capacidad de reutilización y aprovechamiento. ”Es un recurso con un fin social”, ha afirmado. Y ha pedido que tenga el mismo nivel de reconocimiento por parte de las administraciones y la ciudadanía como el resto de fracciones. “Humana está presente en Galicia desde 1999 y recoge alrededor de 2.100 toneladas anuales de residuo textil. Si a la planta de SOGAMA llegan 41.000 toneladas de ropa como impropio, el camino a recorrer es grande”, ha asegurado y ha añadido: “Humana recoge en Galicia el 10% de todo lo que recoge en España. Si recogiéramos más, podríamos reutilizar más, dedicar más recursos a fin social y crear más puestos de trabajo”.
En opinión de Luis Lamas, Concejal de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Carballo (A Coruña) “hay que implicar a la ciudadanía para logar mayores cotas de recogida selectiva con un compromiso continuo del día a día, para lograr que se sienta orgullosa de donde vive”. En este sentido, destacó la importancia de la participación ciudadana para avisar de cualquier incidencia relacionada con el medio ambiente, “esa confianza se consigue con la constancia”. “No hay que imponer ni convencer sino implicar a los ciudadanos”, concluyó.
Olatz Garde Mazkiaran, Educadora Ambiental de la Mancomunidad de Sakana (Navarra) apuntó que “los ciudadanos somos los consumidores y entre todos hay que hacer un cambio de hábitos muy grande para apostar por otro modelo de producción y consumo. Eso es algo que no se consigue de un día para otro. Y no queda tiempo. La mejor forma de convencer a los ciudadanos de todo ello es demostrarles cómo les beneficia esa apuesta por el medio ambiente y la sostenibilidad, tal vez con tasas y con sanciones”.
El Catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Felipe Macías, se mostró rotundo: “El residuo es un recurso, lo que debemos hacer es conocer muy bien la composición de nuestros residuos. Llevamos muchas cosas a vertedero porque la legislación nos obliga a ello. Insisto, tenemos que conocer mejor nuestros recursos y adoptar mejores soluciones”.
Rubén Rosón, Concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Oviedo, encargado de la clausura del acto, declaró que “vamos a tener que decidir como sociedad si trabajamos y nos colocamos del lado de lo que quieren un mundo más justo y más sostenible, o bien continuar con una prácticas antiguas que agotan los recursos”. Y citó tres retos a los que toda sociedad deberá responder en breve: la automatización del empleo, la finitud de los recursos y el desafío de un tiempo que impone una velocidad enorme en la transformación social.